Tarta San Marcos Vegana

Lo primero que haremos será el relleno de chocolate, la crema de trufa que es lo que más tardaremos en hacer por los tiempos de reposo.

Precalentamos el horno a 180 grados. Mezclamos los ingredientes del bizcocho, primero los húmedos y después  los secos. Una vez listos, los juntamos y mezclamos con varilla hasta integrar los ingredientes. Pintamos un molde de bizcochos (22cm) con margarina vegetal y espolvoreamos con harina. Vertemos la mezcla de bizcocho y horneamos durante unos 75-80 minutos a 180 grados, con aire. Como sabéis, cada horno es un mundo, asi que cuando pasen los  minutos, aseguraos de que el bizcocho está hecho por dentro clavando un cuchillo, si el cuchillo sale seco, ya estaría. Dejamos que enfríe.

Mientras tanto prepararemos la «yema». Trituramos los melocotones con su propio Almibar y vertemos en una cazuela. Dejamos que reduzca a fuego suave durante 40 minutos. Quedará una crema espesa tipo mermelada pero sin grumos.

Preparamos el Almíbar. Calentamos la taza de agua con el azúcar y exprimimos el medio limón. Una vez exprimido vertemos la cáscara a la cazuela con el agua y el almíbar. Dejaremos a fuego suave-medio durante 30-40 minutos. Reservamos.

Preparamos el relleno de nata, vertemos 400 gr de la nata vegetal para montar en un bol y la montamos con varilla eléctrica. Es muy importante que la nata esté muy fría antes de montarla, yo aparte, también meto las varillas y el bol donde la voy a montar al congelador antes de utilizarlos.

Cortamos el bizcocho en tres trozos con la ayuda de un cuchillo y una tabla de cocina y comenzamos a montar la tarta.

Colocamos la primera capa y la rociamos con nuestro almíbar casero con la ayuda de un biberón. Dejamos unos minutos para que el bizcocho absorba el almíbar, posteriormente, con una manga pastelera cubrimos la primera capa con nuestro chocolate.

Colocamos la segunda capa de bizcocho y volvemos a rociarla con almíbar. Dejamos unos minutos que absorba y añadimos la nata montada.

Colocamos la tercera capa de bizcocho y rociamos con almíbar. Vertemos nuestra «yema» de melocotón y la alisamos con la espátula. Añadimos un puñadito de azúcar blanco y tostamos por zonas con la ayuda de un soplete.

Con la ayuda de una manga pastelera, decoramos la zona superior al gusto. Y ya estaría lista.